miércoles, 1 de noviembre de 2017

PRESENTACION “GUERRA Y PAN” EN SINDOKMA

PRESENTACION “GUERRA Y PAN” – SINDOKMA – CENTRE CULTURAL LA NAU - VALENCIA-   OCTUBRE 2017


Bienvenidos y gracias por asistir a la presentación del nuevo libro de Jesús Zomeño, “Guerra y Pan” que viene a ser como el hermano pequeño o un apéndice de este otro, “De este pan y de esta guerra” y que tiene una cronología un tanto particular, sobre la que luego entraré.Pero antes quiero mencionar que este año se cumplen 30 años de la aparición del primer libro de Jesús, “Cuestión de estética”, que se publicó en el verano de 1987. Y no es baladí, hablando del libro que presentamos esta tarde, esta referencia a “Cuestión de estética”. No lo es   porque Jesús no comienza publicando poesía, como mucha gente piensa; sino que su debut literario tiene lugar con un libro de cuentos, donde ya están presentes los territorios geográficos y sentimentales que ya no le abandonarán y que permanecen a lo largo de toda su obra. Por eso, “Cuestión de estética” es un libro seminal que nos ayuda a reconstruir las señas de identidad del autor excepcional que es Jesús Zomeño y nos permite ser testigos de sus primeros pasos en la literatura, de una trayectoria que acaba de cumplir, como se ha dicho, nada menos que 30 años, desde “Cuestión de estética” a “Guerra y pan”.
Decía antes que este libro tiene una curiosa cronología que podemos rastrear hasta 2014 con la publicación en Lengua de Trapo de “Piedras negras”. Cuando publica “De este pan y de esta guerra” lo hace para dar cabida a todos los cuentos que se habían quedado fuera del libro anterior, porque en aquel entonces trabajaba en otros relatos que quedaron cerrados con posterioridad a la publicación de aquel, bien porque el resultado no le convencía o porque estaban entonces inconclusos o porque no pasaban de ser el embrión de un cuento futuro. Como él mismo dice, la experiencia, el tiempo, el profundizar en la psicología de estos soldados, es lo que le permitió acabarlos.


Los cuentos que conformaban “Piedras negras” habían visto antes la luz en la revista digital Agitadoras acompañados de las ilustraciones de Fernando Fuentes, Miracoloso, a quien por cierto, Jesús dedica este libro.  Pero la edición de “Piedras Negras” nos escatima las ilustraciones, con lo que el libro pierde su complemento ideal. Cuando la editorial Contrabando, decide publicar, con muy buen ojo crítico, el nuevo libro de Jesús “De este pan y de esta guerra” tiene la intención de restaurar, de unir, lo que el destino editorial había separado, porque las ilustraciones de Miracoloso inspiradas en los relatos de Jesús son inherentes a su propia literatura, en una especie de do ut des, la fórmula de los antiguos contratos romanos, “te doy para que me des”.

Bien, así llegamos al año 2016, como el “annus mirabilis” de Jesús Zomeño. La editorial Contrabando edita, como acostumbra, con muy buen gusto, con sobriedad y elegancia, “De este pan y de esta guerra” y después del verano la editorial mallorquina Sloper edita “Querido miedo” donde Jesús proyecta una mirada entre nostálgica y elegíaca ante la década de los 80 y que tuve la ocasión de presentar también en este mismo lugar. Dos libros de plena madurez en la trayectoria de Jesús pero con registros e intenciones singulares, dos lecturas distintas pero igual de magnéticas. Ambos libros aparecen en 2017, como candidatos a los Premios de la Crítica Valenciana. Yo no sé si esto ha ocurrido anteriormente con algún autor. Evidentemente, debe ser algo bastante excepcional el que dos libros de un mismo autor sean escogidos, y dentro de la misma categoría, a competir por los Premios de la Crítica. Y, a Jesús le es concedido el Premio precisamente por este libro, “De este pan y de esta guerra”. Y ese galardón, de alguna forma hace revivir el libro, que había aparecido un año antes, y lo lleva al primer plano de la actualidad literaria, con nuevas reseñas y nuevas entrevistas a su autor.

Y, llegados a este punto, como si fuera un leitmotiv de sus últimos libros, vuelve a aparecer el nombre de Miracoloso. El ilustrador y el escritor han encontrado ya un acomodo perfecto el uno en el otro y, por otra parte, la editorial le pide de Jesús que haga una especie de separata con tres o cuatro cuentos que sirva como apéndice para acompañar al libro; y que, por supuesto, contenga alguna ilustración de Miracoloso. Pero lo que Jesús le presenta al editor no es esa separata para que vaya unida al libro premiado que va ya con una faja en la portada a modo de condecoración. Lo que Jesús presenta es un libro con nueve relatos nuevos y que tiene más de 80 páginas, lo que viene a ser más de la mitad en extensión de lo que tenía el libro anterior. Como dice el texto promocional de la contraportada, ese anexo ha devenido “un libro autónomo y autosuficiente” y aparece como un libro más en el catálogo de la colección.

En él encontraremos relatos que se sitúan en el frente, en las trincheras; y otros, en la ciudad, donde se proyecta la sombra ominosa de la guerra, aún conclusa. De los nueve relatos, no sabría con qué quedarme, si con el tremendo final de la Balada del soldado Rusty; con  “Hablemos de la belleza”, donde consigue fundir una crudeza a veces difícil de digerir con un penetrante lirismo;  el prodigio estructural y la vuelta de tuerca final de “Máscaras” que tal vez sea mi favorito en esta entrega; el sugestivo planteamiento de “Una noche en el cementerio monumental”;  el suspense ascendente en “Moneda francesa”, donde la atmósfera que consigue originar traspasa el propio estilo o “Botones” que parte, como muchos de sus relatos de una anécdota doméstica. En los relatos de Jesús, muchas veces se aprecia una correspondencia entre el mundo interior y el mundo exterior, como si estuviéramos pasando de un lado a otro del espejo. Y, desde este punto de vista, para Jesús, la literatura, su morfología narrativa, es un banco de pruebas desde donde abordar esa dualidad. Por ello, los seres que aparecen en sus relatos nos parecen lejanos y a la vez tan cercanos y vivos. La grandeza de nuestro autor está ahí, en saber conjugar sabiamente la reconstrucción del escenario histórico por un lado, y lo puramente humano por otro, en la construcción de unos personajes hechos de nuestros mismos desvelos y aflicciones, nuestras mismas dudas, zozobras y deseos.

Y llegamos con este libro, o con este apéndice, al final de una etapa en la trayectoria literaria de Jesús, ¿o no..? Nunca se sabe. Los que tenemos la fortuna de frecuentar su caldero literario, de visitar el taller del hechicero, sabemos que ahora anda en otras cosas, en proyectos novelísticos que, sin duda, van a ser una revelación en el panorama literario español de este siglo XXI. Yo estoy convencido de ello y le auguro un gran éxito en esta nueva etapa. Pero Jesús no abandona del todo el ámbito de las trincheras y la Europa de entreguerras, siempre con Miracoloso
como ilustrador, se han conjurado para volver a colaborar en la producción de algún cuento para, como dice Jesús en la nota inicial, “no dar por terminado el libro”. 

JUAN C. LOZANO FELICES.  
Octubre de 2017